La explicación estaría en que la ansiedad se adquiere no por un condicionamiento tipo A (por ejemplo, el perro salivando ante la campana) sino por un condicionamiento tipo B: en este segundo tipo de condicionamiento las respuestas condicionadas de ansiedad son muy similares a las respuestas incondicionadas (las originales), y es precisamente esa semejanza la que explica el hecho de que no se produzca extinción cuando se presenta el estímulo condicionado solo porque la respuesta condicionada de ansiedad actuaría como reforzador.
Eysenck alude a otras dos variables más para que se produzca ese incremento de la ansiedad, que son:
- la fuerza de la respuesta condicionada
- la duración de la exposición al estímulo condicionado
Si la fuerza de la respuesta condicionada es alta y la exposición breve, el miedo permanece e incluso aumenta con cada exposición al estímulo condicionado. Por el contrario, si la fuerza es alta pero la exposición es prolongada, se producirá un descenso en la intensidad de la respuesta condicionada de ansiedad. Esto también se ha explicado a nivel experimental con el denominado efecto Napalkov.
Esta teoría explicaría por qué funcionan dos técnicas psicológicas distintas como la desensibilización sistemática y la inundación, de las que hablaremos en otra ocasión.